KnotFest 2016
CDMX 20 de Octubre| Cobertura por Leslye Arredondo| Fotografía por Rodrigo Olivares | Edición Diego Pérez
Sudor, tierra, adrenalina, sol, energía al tope con puños al aire a cualquier hora del día, excelente ambientación circense, juegos mecánicos, food trucks, cerveza para un ejército uniformado de camisas negras, rockeros —y hasta niños— de todas partes del mundo, se aglomeraron en el Centro Dinámico Pegaso para acabarse las gargantas coreando a sus bandas favoritas.
El Main Stage y el Grey Stage tuvieron en sus plataformas a grandes bandas con equipo de primer nivel. Tanto en logística como en seguridad, el festival se anotó un diez. La producción escénica realizaba una labor titánica entre cada cambio de banda para que la ecualización del sonido y los elementos que las bandas requerían para sus shows estuvieran al tiro.
Es realmente imposible ver todas las actuaciones, creo que uno de los principales apuros que todos tuvimos fue tomar decisiones respecto a si ir a ver a un artista u a otro, ya que los horarios estaban empalmados impidiendo así, que pudieses disfrutar del show completo de una banda sin perderte a la que actuaba en el escenario al otro extremo.
El cartel fue increíble, hubo para todos los gustos y el debut de muchas bandas en México, abrió una gran expectativa de los fans que se dieron cita para demostrar que este país es una cuna tanto de talentos en este género y de público entregado que aprecia la riqueza musical, escénica y cultural del rock, el metal y sus derivados.
La primera parada obligada fue en el Main Stage que fue inaugurado por los mexicanos S7N y su trash poderoso, una excelente decisión de los organizadores para recibir a la gente que llegó puntual al evento.
En el Grey Stage se puso el ambiente tremendo con el hardcore de Volumes, que seguido por The Black Dahlia Murder que prendió de manera extraordinaria y dejó a los metaleros con la energía al tope que se desbordó cuando Devil Driver hizo su aparición y al tocar Daybreak enloqueció a los fans que en todo momento saltaron y desahogaron con gritos de batalla la emoción que les produjo esta triada perfecta.
De vuelta al Main Stage Disturbed también hizo lo suyo y al compartir la emoción de pisar también por primera vez tierra azteca y tocar Ten Thousand Fists para abrir su presentación, se realizó el cometido de la canción. La vibra de este show fue inigualable, The Sound Of Silence fue un elixir visual y musical, la calidad de audio fue increíble en este acústico que no bajó los ánimos. Se armó un circle pit al ritmo de los riffs de Down With The Sickness: simplemente espectacular.
La entrada de Marilyn Manson fue de las más poderosas de todo el festival. La gente corría desde cualquier punto del Pegaso para ser testigos de cómo una leyenda de la música hace un recorrido por su carrera y su emblemática figura en un escenario tan bien vestido y preparado para recibirle. Tres cambios de escenografía, y el contacto directo que Manson tuvo con el público —y la caída que se viralizó en la red #juangamanson—, dieron una buena dosis de emociones provocadas por temas como Deep Six, Mobscene —con su perfecto toque de Bowie— y The Dope Show.
Slayer repite hazaña y da cátedra de brutalidad cada vez que se presenta donde sea. El fuego en el escenario no se comparaba con el que derramó la gente en el mosh con las rolas más famosas de la banda como War Ensemble y la ya clásica Angel Of Death.
La producción se rayó a la llegada de A7X. Un enorme castillo con tres puertas de madera cobraron vida en el intro de Nightmare. El público más joven disfrutó bastante el show, matearon sin descanso y agotaron hasta la última raya de energía de sus reservas.
Meshuggah hacía lo suyo en el Grey Stage y aunque la hicieron de emoción bastante tiempo en el soundcheck y la gente comenzaba a desesperarse, su entrada fue increíble. El juego de luces y escenografía completaron un cuadro visual con su complejo djent metal bien ejecutado. Demiurge exprimió a los fans y nos dejó a todos en shock, una impresión difícil de borrar y un cierre perfecto para el primer día del KnotFest.
El domingo tuvo más asistencia y el ambiente cambio por completo. Las fila de entrada parecía interminable pero los rockeros no desperdiciaron el tiempo y desde las 11 de la mañana se hicieron presentes. La banda ganadora del concurso del KnotFest en el Caradura, Tulkas encendió motores incluso a los que desde afuera, escuchaban su propuesta.
Poco a poco, crecía la tensión. El retraso de una hora en el Grey Stage puso en aprietos a todos los que pretendíamos ver de menos, las partes finales de las bandas del Main Stage. Avalanchas de gente corrían entre cada cambio para poder ver y oír lo que ocurría en el lado opuesto del Pegaso.
Los chicos de Joliette recibieron en el Grey Stage con toda la actitud. Muy agradecidos, dieron todo de si y demostraron porque son una de las bandas con más futuro dentro del hardcore mexicano.
Después de un pésimo sabor de boca que ocasionó los desajustes en el itinerario, Nothing More ofreció un show de excelente nivel. Con un performance de percusiones y bajo que denota el fuerte trabajo escénico que son capaces de ejecutar y la frescura de su música, aliviaron el espinoso animo de la gente. Salvaron el día, literal.
Ágora hizo cantar a todos los asistentes y hasta los pequeños fans matearon al ritmo de su particular sonido que ejecutaron con gran técnica.
La densa música de Animals As Leaders si que sorprendió a propios y extraños. Sonaron de maravilla y destilaron virtuosismo puro. Tuvimos un gran desahogo con Carcass. La gente enloqueció realmente, el diseño del escenario con un concepto súper original y limpio, nos permitió disfrutar de la fuerza de su música.
En el Main Stage, The Offspring tiñió de nostalgia la pista. Miles de voces se alzaron con la banda punkrockera. Una presentación digna, llena de energía y recuerdos. Temas como You´re Gonna Far, Kid, Come Out And Play, All I Want y Americana hicieron el momento memorable.
Mientras Ministry politizaba un poco y causaba revuelo con su industrial de la vieja escuela al dedicarle a Trump Punch In The Face, en el Gray Stage Arch Enemy reventó de todas las maneras posibles. La imponente presencia de Alissa puso muy en alto el poder femenino. Un show impecable, con producción magnífica (humo, fuego, ventiladores, iluminación, cortina de chispas) provocó en toda la pisa la locura, subió la adrenalina y se coronó como uno de los mejores shows del KnotFest.
Corrimos todos a presenciar la esperada llegada de Deftones. Chino Moreno se gana la mención a mejor frontman. Entregadísimo, con un carisma sin igual, sin errores, buscando siempre el vinculo con el público, con todo y cambios de vestuario y el momento significativo en que salió con la playera de los Pumas de la UNAM, logró trascender y conectar. Un abanico de emociones se desbordó cuando Digital Bath tocó nuestros oídos. Rocket Skates fue la mejor forma de iniciar su presentación. My Own Summer, Gore, Be Quiet and Drive y el épico final Headup cumplieron su cometido y rebasaron los sentidos de los mas fieles fans.
No todo fue miel sobre hojuelas. El colmo llegó con la banda más esperada Slipknot. El terrible audio, las fallas técnicas a la mitad del show, encendieron --para mal-- los ánimos de los guerreros que soportaron de todo durante 10 horas. En The Heretic Anthem, Corey Taylor (quien no pudo ocultar su enojo), se plantó con todo y prometió volver al escenario cuantas veces fuera necesario --debido a las fallas de audio--.
Después de una larga espera, la banda volvió con y terminó su presentación que aunque tuvo bastantes accidentes, dejó buen sabor de boca por el gran espectaculo escénico que acompañado de la tecnología, el concepto único de la banda y el merecido agradecimiento que Slipknot mostró al cierre a sus asistentes, dejó la vara muy alta para el próximo año.
¿Qué bandas encabezarán el KnotFest 2017? ¿Cuáles serán las sorpresas que nos esperan? ¿Superará algún otro festival lo que vivimos en este KnotFest?
Será larga la espera, pero con este precedente, estamos seguros que valdrá muchísimo la pena invertir de nuevo para experimentarlo.