Okills Lunario del Auditorio Nacional
CDMX 13 de diciembre 2016 | Artículo Ana Rodelo | Fotos Ana Rodelo | Edición Paty Fuentes
Para la agrupación Venezolana este año fue un año lleno de logros, en pocos meses llegaría al gusto de su público colocándose como una de las bandas más queridas por los mexicanos.
Yo recuerdo que escuche a los Okills hace meses cuando aún no eran tan conocidos como ahora, tiempo después tuve la oportunidad de conocerlos y escucharlos por primera vez en un festival por santa fe donde compartieronescenario con Odisseo, Camilo VII, Comisario Pantera y Enjambre, para esa fecha los venezolanos ya se habían hecho acreedores a un número importante de seguidores. Con un estilo que yo definiría como rock sabroso, definición que se me ocurre porque su música puede ser un rock digerible y al mismo tiempo puede tener esa frescura y sabor de música tropical, así es como yo percibo su esencia musical, seguramente no es la mejor definición y cada quien tendrá una manera distinta de conceptualizar su género.
Después de este año lleno de éxitos muy bien logrados por Okills, llegan a su primer concierto en El lunario del Auditorio Nacional, al ver el escenario lleno de color y flores me reafirmo ese concepto que yo tengo de su música, la fiesta comenzó con Los Fascinantes ellos se encargaron de prender al público mientras esperábamos a los protagonistas de la noche.
Las luces permanecían apagadas la música de fondo mantenía al público prendido, cantos y gritos esperando a que salieran los Okills, los gritos aumentaban y eran ensordecedores, en la pantalla de fondo salían las imágenes de los integrantes y se mostraba como se preparaban para salir al escenario eso aumentaba la emoción en los ahí presentes, con las luces todavía sin encender salían uno a uno y los gritos no pararon ni un segundo (por un momento creí que perdería mi sentido del oído), yo intentaba tomar fotos y hacer una transmisión en vivo para los que no tuvieron oportunidad de asistir disfrutaran un poco del concierto, pero de pronto el suelo comenzó a vibrar y todo mi trabajo se complicaba por el temblor del suelo, pude sentir la emoción en el vibrar del piso, los gritos me penetraron por la piely por momentos podía sentir el concierto como ellos el público se inyectaba de euforia entre ellos al mismo tiempo que lo hacían con la banda.
Llegaba el momento de congelar al público con un Maniquí Challenge donde todo parecía como un video clip en pausa.
El concierto terminaba con una celebración, el público canto las mañanitas y felicito de una manera muy especial a Alberto Arcas vocalista de la agrupación.
Los Okills han demostrado que llegaron para quedarse y el siguiente año los veremos por todos lados.
Felicidades por todos sus logros.
