DRACO ROSA: ENTRE LO SAGRADO Y LO MALDITO
Chicago, IL USA | Jueves 1 de Septiembre, 2016 | Edición por: Diego Pérez | Articulo por: Víctor Garces | Fotos extraídas de la pagina oficial de Draco Rosa en Facebook |
Es de noche y llueve. Sentado frente a mi computador, se me dificulta escribir. Llevo días ronroneando sonidos, silencios y ecos que confunden sensaciones y desprenden melodías.
“Poesía, brujería…” así clama en una de sus canciones más celebradas Draco Rosa.
¿Sinónimos o antítesis?
No lo sé, y quizá no deba de saberlo. Tal vez sea la invocación de una pasión desbordada y desesperada entregándose al encanto, a veces imperdonable, de las palabras. Así es Draco, siempre hay una respuesta emocional para cada una de sus frases, para ese inventario de emociones y sensaciones que sólo podemos imaginar entender.
Sin embargo, el entender no delata y tampoco descifra; sólo esconde, entre espejismos de alegorías y metáforas, la inspiración que llevó a Draco a construir aquellas canciones que a tantos nos ha hecho soñar.
Debo admitir que no es sencillo escribir sobre una persona que logra la complicidad de los versos con tanta facilidad. Uno, al menos yo, tiende a desconfiar de las cosas que alguien más manipula con tanta soltura, con tanta belleza.
Y después de escuchar canciones como Penélope, Sueño Contigo o Delirios, nadie puede dudar del talento para escribir que tiene el puertorriqueño. Lo cierto es que esa poesía llena de melancolía, de dolor y de deseo ha logrado que su música sea considerada introspectiva, oscura, e intimista. Aspectos que más que alejarlo del público, sirven como imán seductor que se apodera por completo de quien las escucha. Riesgo delicioso que tomamos y aceptamos a consciencia en cada uno de sus ocho discos de estudio. Todos ellos llenos de inspiración propia y, por qué no, encontrada también en los versos de los poetas malditos que tanto le inspiraron en su juventud.
Ocho discos, que le han avalado como uno de los compositores e interpretes más respetados en el mundo de la música. Pero para sorpresa de muchos, yo entre ellos, a pesar de la belleza de su trabajo discográfico, sus producciones han sido siempre catalogadas como necesidades de culto. Su disco Vagabundo, su segunda producción, por ejemplo, se mantiene como uno de los discos más elegantes y aclamados del rock en castellano, a pesar de que las ventas fueron muy limitadas.
Desde entonces han llegado otros discos, (Mad Love, Vino, Amor Vincit Omnia, entre otros) incluyendo uno de duetos, VIDA, que quizá sea el mejor ejemplo del respeto que otros interpretes le tienen. Es un disco lleno de caprichos, donde Draco se dio el agasajo de invitar a personajes de la talla de Calamaro, Bunbury, Shakira, Juan Luis Guerra, Ricky Martin y Tego Calderón, para unirse a su voz y versionar canciones que se han hecho míticas en los labios de su compositor y predicador.
Raramente, así es como ha llegado quizá el mayor de sus éxitos: escribiendo y produciendo canciones para voces ajenas. Temas como María, Livin’ la vida loca (que por cierto, muy recomendable la versión del propio Draco en Teatro Live), o La Bomba que escribió para Ricky Martin, o las tres canciones que escribió para el disco Noche de cuatro lunas, de Julio Iglesias, le han brindado el éxito económico que absurdamente es necesario para vivir de la música.
Ese es Draco Rosa, o Ian Blake, o cualquier otro seudónimo que ha utilizado para trabajar con la tranquilidad que le exige la inspiración. El que ha construido una carrera basada en la pasión misma de su poesía. La misma que le permitió construir ese precioso disco Vida, a pesar del cáncer que lo atacó, y que venció, en dos ocasiones. Desde entonces ha vuelto a los escenarios, a cantar sus canciones y experimentar con su guitarra.
Tal vez jamás descifraremos del todo el motivo de su versos. Para lograrlo necesitaríamos sumergirnos en sus noches de juventud en Río de Janeiro, en su enamoramiento con la música de Spinetta en Buenos Aires, en sus excesos en el Gramercy Park Hotel en Nueva York, o en sus noches solitarias en Los Ángeles.
Lo más cercano que podremos estar a su pasión, sería al verlo sobre el escenario. Observando como se deslizan las palabras sobre su guitarra; como se desprende de su cuerpo todo lo sagrado y lo maldito. Contradicciones complementarias que dan nombre a la gira actual de Draco Rosa. La misma que lo llevará por los escenarios más importantes de Estados Unidos. Son 12 las ciudades que lo esperan: San Francisco, Los Ángeles, Chicago y Nueva York, por nombrar algunas. Además de que, ya cruzó por otras ciudades de Latinoamérica. La gira Lo Sagrado y lo Maldito por Estados Unidos inicia este 1ro de Septiembre en San Francisco y culmina en Washington DC el 22 del mismo mes. Serán noches llena de pasión, de deseo, de dolor y de todos esos sentimientos contradictorios que desgarran las melodías de ese nómada, noctámbulo y soñador. Quizá después de verlo bajar del escenario podamos entender un poco más todo lo sagrado y lo maldito del vagabundo llamado: Draco Rosa.