Gondwana recorre 30 años de reggae
CDMX | 25 DE MAYO DEL 2017 | COBERTURA POR: JACQUELINE PONCE | FOTOS: CORTESÍA DE OCESA (CHINO LEMUS) |
Chava Rock aparece bajo la luz de los reflectores en el escenario del Teatro Metropólitan. Como es clásico de él, trae en su mano su celular y está haciendo una transmisión en vivo. Habla un poco sobre los 30 años de Gondwana y los presenta en este concierto de aniversario. Una pareja lleva a su hijo y lo carga en los hombros para que el pequeño no se pierda ningún detalle.
El concierto inicia, pero la gente entra y sale. Parece que hay una fan que trabaja revisando los boletos de las personas para que vayan al lugar asignado. En una mano trae una linterna y en la otra conserva celosamente el setlist de la banda. Al terminar cada canción, la tacha y voltea al escenario.
I-Locks Labbé, Mc Jona, Keno “Fingaman” Valenzuela, Gato Ramos, Pancho Contreras, Leo Dread, Alexcy Cárdenas y Pez López celebran sus 30 años de trayectoria con bloques de canciones. “Quiero ver palmitas en el aire”, grita Mc Jona mientras alza sus brazos para animar a la gente y mueve sus rastas. Cantan “Mucho verso”, “Reggae is coming”, “Chainga2, “K-In” y “Fuego”.
Algunas canciones las interpretan por fragmentos. Quizá el tiempo del concierto no les es suficiente para hacer un recorrido musical por la historia de la banda. No faltan los clásicos como “Traficantes de fe”, “Verde, amarillo y rojo” y “Sentimiento original”. En las primeras filas, se ven pequeños banderines con los colores rasta.
En la zona de bar del Metropólitan, hay filas para comprar cerveza. A una pareja se le olvidan los boletos y ya no pueden regresar a sus lugares. Llaman por teléfono a sus acompañantes y se los entregan. En el baño de mujeres, hay una chica con un rollito en la mano que pregunta: “¿Tienes un encendedor que me prestes?”.
Como invitada especial de la noche, Carolina Molina sube al escenario para cantar “Felicidad”. La chilena se lleva muchos piropos y algunos chiflidos por parte de los caballeros. Continúa con “Could you be love”, como tributo a Bob Marley. Una botarga con rastas sale al escenario. La gente abandona sus lugares y agitan sus manos en el aire. Después de varias quejas porque los de seguridad no dejaron pasar la hierba, entre sus pláticas mientras caminan al metro, algunos reconocen que no se la pasaron tan mal.
