Harry Potter y La Sublime Experiencia en el Auditorio Nacional.
CDMX 14 junio 2017| Reseña por Leslye Arredondo| Fotografías cortesía de Cine Concerts y Warner Bros.
El pasado 9 de junio, el Auditorio Nacional parecía más bien la entrada a la escuela más prestigiosa de magia y hechicería del mundo. Miles de muggles se pusieron capas y varitas para disfrutar de la musicalización en vivo, del inicio de las aventuras de Harry Potter a 16 años de su estreno. La Orquesta Internacional de las Artes hechizó a los asistentes con su perfección interpretativa e impresionó a los fans con la intensidad y precisión entregadas en cada escena emblemática. Las emociones se desbordaban cada vez que aparecían a cuadro –en una pantalla HD de 18 metros- los personajes más entrañables de la saga: Ron Weasley, Hermione Granger, Hagrid e incluso, el mismísimo Innombrable Lord Voldemord y ni hablar de Albus Dumbledore.
Con 93 músicos en escena, el director Robert Schwendeman, dirigió las piezas musicales de Harry Potter y La Piedra Filosofal compuestas por Jonn Williams. Totalmente sincronizado, Schwendeman aplicó maestría haciendo que los sentimientos afloraran en partes de la historia que ya conocíamos bien: el primer juego de Quidditch de Harry, el enfrentamiento con el trol, el banquete de bienvenida a Howards o cuando re-descubrimos que Voldemord poseía el cuerpo del Profesor Quirrell, sumando a la experiencia la conexión justa que unificó el ambiente en cada intervención.
Después de 3 horas y un breve intermedio, observé la diversidad de personas que acudieron al llamado de la magia de Potter. Entendí que el éxito de este tipo de eventos radica en resignificar la experiencia previa del espectador, sin importar su edad o contexto, resulta conmovedor y emocionante recordar en el presente; construir una nueva impresión y compartirla a través de la vibra de toda una generación de lectores y fans de las cintas, que se dejan llevar y viven el fenómeno que J.K Rowlling creó con este entrañable personaje.
