Saratoga celebra con poder y actitud.
CDMX 4 febrero 2018| Reseña y fotografías por Leslye Arredondo.
La de los 25 años de Saratoga fue una noche enérgica, memorable y tremenda, al nivel de primera vez, los madrileños se apoderaron del escenario principal del recinto que históricamente ha albergado los mejores shows de metal: el Circo Volador.
El contraste de ambientes prevaleció toda la velada: afuera, un frío infernal bautizado de algún rezago de las inesperadas lluvias de Enero, adentro, la pista se ponía cada vez más caliente y la atmósfera se cubría de ese vapor especial que sólo se desprende del cuerpo por la excitación.
Mighty Thor ya se había encargado de dejar clara la postura de los mexicanos en cuanto al power metal en español. Su show fue contundente y cumplió su cometido. Lo más bello fue la respuesta del público, tan genuina que podríamos pensar que la conexión se dio de inmediato. Después del siempre eterno cambio de set, donde cualquier movimiento brusco nos alerta y desespera, las luces bajaron. El intro 110901 retumbó en el recinto. Euforia absoluta.
Con la Mano Izquierda, más no el pie, iniciaron su presentación, que además de ser una gran celebración, fue set de la grabación del próximo material en directo de la banda. Todos lo sabían, y dieron su mejor actuación cuando la cámara se aproximaba para hacer una toma. El más rifado fue Tete, sin duda alguna. Además de buena escuela y tablas, tiene un estilo muy particular y al interactuar con el público, éste no puede evitar caer en sus encantos. Echado para adelante, se acercó y subió a la barrera para estar más cerca de la gente y provocó los gritos de las fans que se volvieron locas al tenerlo cerca.
Algo que agradecimos, fue escuchar a Rionda, guitarrista de Avalanch, interpretar los clásicos Las Puertas del Cielo, El gran cazador, Parte de Mi entre otras que requieren un nivel tecnico superior. Rionda, además de concretar esa complejidad con su propio feeling, ofreció gran actuación e interactuó con los fans de maravilla. Fue buena esa decisión al complicarse el asunto de salud que el guitarrista Jero Ramiro actualmente padece y le imposibilitó el viaje a nuestro país.
La parte media del concierto, concentró los reflectores en los solos de cada uno de los integrantes, empezando por el baterista Dani Pérez al que se le unió Tete Novoa para hacer su juego vocal con el público, para después rematar con un pedazo a capela de El Rey, cortesía del maestro creador de Saratoga, Niko del Hierro.
En la última parte, los temas emblemáticos brillaron y también el genial solo de bajo de Niko. Con No sufriré Jamás por Ti y Como el Viento terminaron su setlist pero no el festejo. Hubo hasta banderita de México en el escenario y toda la parafernalia de un cierre perfecto. Luego, un clásico para amenizar el momento de la foto y la despedida, Fear of the Dark de Iron Maiden y el desborde de todos los fans se virtió en el Circo y los de Madrid, como siempre, entregados, agradecidos y con la mejor actitud. Saratoga nunca decepciona y si, el escenario principal del recinto de la Viga se lo merecían sin duda alguna, lo llenaron con su poderoso pulso y el retraso que tuvieron al inicio del show se nos olvidó a todos. Aunque el audio no fue impecable y en momentos se abusó de los agudos en el micro de Tete, la pesadez de los riffs y el eco de la tarola y los bombos, ayudaron a contrarrestar esos efectos.