Airbourne: La frescura de la vieja escuela rockera.
CDMX | 14 Septiembre 2017 | Reseña & fotografías por Leslye Arredondo | EDICIÓN por DIEGO perez |
A una semana de la primera vez de Airbourne en México, estoy segura que todos los asistentes seguimos prendidos con la muestra de verdadero desmadre al mero estilo rockero de la vieja escuela de estos australianos. ¡Fue extraordinario!
Después de la aparición de Orka para abrir el apetito de cientos de fans que coloreaban la pista de negro, la espera se hizo cardiaca. Cada minuto en el cambio de escenario y ecualización calentaba los ánimos y ni el frio de las chelas calmó las ansias. Cuando las luces se apagaron y el intro de Run to the Hills sofocó el lobby del Circo Volador, sabíamos que lo que se venía sería increíble, pero en realidad, rebasó cualquier espectativa. El tema de Terminator 2 que compuso Brad Fiedel aceleró los motores para dar paso a Ready to Rock en punto de las 9:06 de la noche. No solo volaron los timpanos y las cabezas, vasos llenos de líquidos -que me encantaría pensar que eran chela o su contenido ya procesado- regaron el endemoniado animo de los fans.
El "Viva México Cabrones" de Jeff nos supo a gloria; fue el puente perfecto que hizo click inmediato y como un disparo, los aplausos acompañaron Down to You, una de las rolas mejor logradas de su más reciente material. Después de Rivalry, Joel se vistió de verde, blanco y rojo, con un sombrero de charro y una leyenda escrita en la bandera nacional : "Never too loud for Mexico". Es emocionante ver cuando tu artista se mimetiza con tus emblemas y los porta con orgullo. Los integrantes intentaban mantener la postura ante la descarga energética de sus fans pero no podían ocultar su cara de incredulidad y éxtasis.
Al recordar a Lemmy con el tema It's all for Rock 'n' Roll y rematar con Breakin' Outta Hell, el concierto se encontraba en su punto máximo y de ahí, nunca bajó. El slam se vertió en la pista y cuerpos volando entre el público se dejaron llevar al ritmo crudo de la batería y la agudeza de los solos. ¡Vaya Wall of Death que se armó con Stand Up for Rock 'n' Roll! El potente movimiento se vio recompensado por Joel en Live it Up, que pidió al publico que cargaran a algún compa en hombros para hacerles llegar una chela desde el escenario. La dinámica fue algo confusa pero al final algunos afortunados pudieron probar ese contacto en un trago. Todos estábamos conectados con la acción y en definitiva fue un gran e inesperado momento.
Sin bajar la guardia, vino Rise de Flag, gancho que calentó el ambiente para un tercer Wall of Death para dejar caer Runnin Wild, super tema para dejar en la lona a cualquiera.
Fulminados por tirar fregadazos limpios en cada canción, los Airbourne se dieron tiempo para despedirse de los mexicanos, entregando todas las plumillas, las baquetas y hasta el set list que estuvo pegado al escenario. El público, quedó bañado en sudor, con la adrenalina al tope y listos par seguir la fiesta rockera en algún otro sitio. Todo un éxito la presentación de esta banda comparada con los legendarios AC/DC que irónicamente, vinieron a brindar frescura a la vieja escuela rockera y de paso, a darnos una lección de gran presencia escénica, manejo de energía y entrega absoluta a un idioma en común: la música.
