El Gran Silencio 18 años despues

El Gran Silencio 18 años despues

CDMX 25 DE NOV. 2016 ARTICULO Y FOTOGRAFIA RODRIGO OLIVARES 

En el lejano año de 1998, yo aún era un niño, una banda regiomontana llamada El Gran Silencio comenzó con una revolución en la música de nuestro país, pasaron de ser “la avanzada regia” a ser vistos en los reflectores del país y el mundo, dando un golpe a todas esas bandas que seguían el camino “seguro” que algunos ya habían establecido, su álbum Libres y Locos salió a la luz, mismo con el que sorprendieron a propios y extraños, una mezcla única de sonidos que solo ellos y su actitud podrían lograrlo a pesar del “monstruo” llamado disquera transnacional, llevando la cultura popular de Monterrey al mundo, mostrando que no solo en el DF había buenos músicos.

Esta noche a eso vinimos, a celebrar un increíble disco que cambió la forma de ver a la música en el país; un lugar pequeño y adecuado como la carpa astros es el venue de esta noche simulando esa atmósfera de los 90’s de antaño en tocadas pequeñas y un tanto underground, perfecto para la velada de anécdotas y vivencias que estamos por recordar de la mano de Tony y Cano las cuales sin duda sentimos familiares, algunos crecimos con ellos, otros vinimos del barrio, época y posiblemente vivencias similares, se siente propio este festejo.

La carpa astros comienza a vibrar con Guacharaca Scratch, todos bailando y gozando al ritmo del acordeón tan particular de Campa, esto comienza a tomar calor y a ponerse guapachoso, el éxtasis llegaría con la siguiente canción, “ya saben cuál sigue” alguien gritaba en el público: “¡Dormir Soñando!”, apelando a la nostalgia de todos los presentes logrando el baile y cánticos de todos, público, seguridad del lugar, barras, vendedores, foodtrucks, todos cantando.

Perdido,  canción que continuaba con un intro acústico explotando en el rap y rimas de Cano, mejor conocido como "Capricornio Man", para seguir con Decadencia, primer video de la banda el cual exigieron grabar en Monterrey a pesar de la disquera - decían que solo en el DF había cámaras chingonas y pues no nos importó y las llevaron a Monterrey- contaba Cano mientras comenzaban con el clásico grito de “cuuuuumbia”.

Contrarreloj, Con Sangre del Norte y No Sabemos Amar seguían, recordando su primer vive latino en el cual los apedrearon por tocar cumbia en un festival de rock -no hay nada más rockero que tocar cumbia en un festival de rock, y nos la pelaron-, el grito del público aprobaba.

Una la tuna, dos patada y cos, tres María Cantres, el Mitote ha llegado, momento de revivir memorias jugando “encantados” o como en Monterrey lo llaman, “congelado",  con el clásico “cerillo” para “desencantarte”.

Cano al micrófono presentaba la siguiente canción de amor de la noche -aunque no lo crean, es una canción de amor y después de escuchar a Benny Ibarra para agarrar inspiración pues nunca me salió y mejor hice esta- Rehilete se hacía presente.

El turno de Tony al micrófono para presentar lo siguiente -todos tocaban música en el norte, Control Machete se sentía Cypress Hill, Plastilina Mosh los Beastie Boys y mientras en el DF una tal Maldita Vecindad tocaba sobre Tin Tan, nosotros decidimos hacer algo bien norteño con música de Monterrey y pues nos pusimos a cantar del Piporro- el acordeón de Campa iniciaba Piporro’s Taconazo, acompañada por Criaturas de Luz y una de las 42 canciones de amor que Tony tiene en su cuenta, Tonta Canción de Amor No 2.

Columpio anunciaba el fin del disco para terminar con Libres y Locos mientras la banda recordaba a sus tres queridos locos, el ruquito bailarín, Don Cheno y Toño el enamorado todos de aquella Unidad Morelos, sin los cuales esto no existiría y como esta noche se trata de su disco queda una canción “oculta” tocando Yo Soy, canción sorpresa que solo en el Vinil se podía ocultar para así llegar al final. 

 

Un encore en camino seguiría con la velada Soy Nuevo Aquí, Tonta Canción de amor No. 14 y Super Riddim Internacional continúan con el show, Tony y Cano llaman a los metales, todos sabemos que se acerca algo especial la Cumbia Poder y El Chuntaro Style suenan para poner a bailar a todos, cerrando de la manera perfecta con sus guitarras acústicas -ya trajimos estas chunches no podemos no cantarla- Círculo de Amor para decir adiós a esta increíble noche de nostalgia y memorias.

Sin duda una de las mejores bandas nacionales, El Gran Silencio está presente y lo demostró de manera extraordinaria con más de dos horas de vivencias, música y baile, difícil superar esta noche, la llamada "avanzada regia" demuestra de que está hecha y que son más locales que otros. 

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