Mon Laferte y el funeral de sus amores

CDMX | 05 DE OCTUBRE DEL 2017 | COBERTURA POR: JACQUELINE PONCE | FOTOS: JACQUELINE PONCE | 

El escenario parece una recámara. Del techo cuelgan algunos candelabros finos y biombos elegantes, hay pequeñas sillas con lámparas arriba. Todo remonta a un formato rústico. Los músicos de Mon Laferte visten con traje verde y ella se coloca en el centro. Luce un mini vestido rojo de manga corta que deja al descubierto sus brazos y piernas tatuadas: una golondrina, notas musicales, una sirena, ancla, calavera, el retrato de su abuela.

Su vestido satinado combina con su cabello pelirrojo y su labial. Trae tacones blancos. La gente la recibe con aplausos. Golpea su tacón contra el suelo y toma su guitarra eléctrica blanca mientras interpreta “Ana”. Antes de comenzar “Si tú me quisieras” hace una breve coreografía con su banda. Ella resalta en medio. Se mueven a la derecha, se voltean a la izquierda, levantan la pierna, miran al frente y en cada golpe de la batería, intercaladamente uno se agacha mientras el otro se levanta.

Hace gestos para no derramar lágrimas con “Primaveral”, “Flor de amapola”, “Que sí” y “El cristal”. Parece que trae muchos sentimientos encontrados. Voltea y mira a su público en el Auditorio Nacional. En la parte de abajo, frente al escenario, hay una pequeña barricada con gente de pie. Los momentos en los que Mon no canta, se escuchan muchos piropos para ella: “Hermosa”. “Te amo”. “Quiero que seas la madre mis hijos”.

Respira hondo mientras canta “La trenza”, nombre de su más reciente disco en honor a su abuela. “Ella siempre me peinaba. Me hacia una trenza mientras me daba consejos. Entonces, yo le confesaba que quería ser una gran artista y ella me decía: ‘Mijita, usted trabaje duro porque un día va a cumplir sus sueños y será eso, una gran artista’”, comparte Mon sin soltar su guitarra. Invita al escenario al cantautor chileno Manuel García para cantar “Cielito de abril”. Ella lo presenta como “uno de los artistas que más admiro”.

Luego de tocar en bares y varios años en foros pequeños, Mon Laferte canta “Vuelve por favor” en el Auditorio Nacional. Con sus letras, muchos sacan su sufrimiento con “Yo te qui” y dedican “Amor completo”. La chilena confiesa que todos los presentes en el Auditorio son sus amores completos.

“Mi corazón se siente… así”, se lleva las manos al pecho y dice que su corazón late muy fuerte. Su cabello luce muy al estilo de Amy Winehouse y el ambiente se pone nostalgia con “Flaco” y los recuerdos afloran con “Orgasmo para dos”. Mon se desliza de un lado a otro en el escenario y se agacha para saludar a la gente de la barricada.

“Salvador”, “Pa’ donde se fue” son seguidas con las palmas del público y algunos aprovechan para sacar sus celulares y grabar. Llega el momento tropical con “Amárrame” y a falta de Juanes, Mon la canta toda completa. Sube un pie y dice: “Pero no me tomen foto a los calzones… porque no traigo”. Con un ritmo parecido al ska, se pone a brincar con “No te fumes mi mariguana”. Pide al público de la barricada que se junte, se lanza y la atrapan. Los de seguridad la ayudan a subirse al escenario. Mon se percata que hay un chico con muletas y pide una silla para que él se siente.

Homenajea a Selena con una “Si una vez”, pero en versión ska y continúa con “El diablo”. Presenta a su banda y uno de sus músicos la presenta a ella. En silencio observa a su público, mientras se sienta en el suelo. En el micrófono se mezcla la señal de los radios de seguridad y ella hace caras. Se hinca y está a punto de llorar. Se lleva las manos a la boca y agradece.  Aprovecha para dar pequeños saltos y agitar su cabellera.

Sale del escenario y sus seguidoras, quienes traen coronas de rosas rojas que vendían saliendo del metro, aplauden y gritan: “Mon, Mon, Mon, Mon”. Vuelve para cantar “Tormento”. La gente le pide “Mi buen amor”, canción que grabó con Enrique Bunbury y el momento en el que todos se desgarran sus gargantas llega con “Tu falta de querer”.