Del concierto de Leiden al altar
CDMX | 06 DE JULIO DEL 2017 | COBERTURA POR: JACQUELINE PONCE | FOTOS: JACQUELINE PONCE |
Leiden invita a Fernando Rendón al escenario para que le dé una sorpresa a su novia. Carga un ramo de rosas rojas. Sube la chica e inmediatamente abraza a Leiden. Él confiesa que su novia es seguidora de la cantante. Fernando le entrega las rosas, saca un anillo, se arrodilla ante ella y le pregunta: “¿Quieres ser mi esposa?”. Ella se lleva las manos a la boca, sonríe y dice: “Sí”. El público les aplaude y Leiden les pide que se queden en el escenario para dedicarles “Te di mis ojos”.
A punto de bajarse, alguien en el público grita: “¡Qué le pongan el anillo!”. Fernando le coloca la sortija a su futura esposa y la presume. Abrazan a Leiden mientras ella les desea felicidad. “¡Qué nos inviten a la boda!”, alguien grita y todos ríen. Ambos visten de negro y portan una camisa cuadriculada roja con negro.
Es su primer concierto en el Lunario del Auditorio Nacional, como también lo es para Jósean Log, quien agradece infinitamente a Leiden por darle la oportunidad de ser su telonero. Música amorosa acompañada de las notas de un ukelele y una tenue luz. El mango del micrófono está adornado con flores. Finaliza su participación y la gente otra canción.
Leiden confiesa estar nerviosa y emocionada en esta noche lluviosa. Mesas con cuatro sillas colocadas en la pista del lugar. Arranca con “Los amantes”, “A saber” y “Circular”. Comparte que al lanzar su fecha en el Lunario pensó que solamente estaría su familia. Dedica la canción “María Revuelta” a su mamá, quien está sentada en las primeras mesas para disfrutar del triunfo de su hija.
Tania Nava es la primera invitada de la noche. Leiden la presenta como “una de las mejores hip hoperas de México”. Con ella interpreta “Calles de papel”. Continúa con “Por reírnos” y dice: “Es una especie de himno o recordatorio para todos aquellos artistas independientes que nos dedicamos a la música”.
“Uno de los temas que me incentivan a componer es toda la situación bélica en la que vivimos actualmente. Así que hice este tema, no solamente conmovida con las fotos y con lo que sucede en Siria, también lo que sucede en México, Colombia, América Latina y en todos los rincones del mundo”, dice antes de cantar “Labios abiertos”.
En algunas piezas, Leiden utiliza un bajo o un ukelele con su nombre en el centro. Sus músicos la acompañan con bajo, guitarra eléctrica, cajas de percusiones, un hermoso chelo, teclado y batería. Porta un vestido amarillo con varios adornos, trae una cintilla negra en la cintura. Su cabello está sujetado y lo adornó con flores. Parece que no le importa manchar su vestido, ya que se agacha y apoya una pierna en el piso con “Todo se incendia”.
La jazzista Ingrid Beaujean es su segunda invitada. Ella luce un vestido negro con bordado mexicano. Juntas cantan “Al mar”. Leiden toma su ukelele y presenta a Alonso Arreola para compartir “Cielos de sorpresa”. “Temaca ¡vive!”, gritan en el público. Algunas chicas enloquecieron al ver a Juan Manuel Torreblanca como invitado de Leiden y escucharlo con la letra de “Un dibujo en el suelo”.
“Siempre he creído que la mejor manera de despedirse es cantando, pero todavía no me voy”, dice Leiden antes de cantar “Hojas de cristal”. Pide a la producción que enciendan las luces y alumbren al público, al cual divide en dos equipos: “gorrita” y “elotes”. Cada uno hace un sonido diferente y la apoya con una base rítmica para “Turbio el corazón”.
Al ritmo de “Anhelé”, Leiden presenta a sus músicos, pide un aplauso para ellos y les agradece por acompañarla en sus locuras y en la presentación de Los muertos también dejan flores. “Muchísimas gracias por hacer crecer está noche como un gran árbol. Seguiremos disfrutando los frutos”, sonríe al público.
Sus músicos se despiden. La gente le aplaude. Unos señores aprovechan para acercarse y darle un ramo de flores. Ella los abraza. Queda solita en el escenario, la acompaña su ukelele para cantar un vals venezolano: “Tonada de luna llena”. A la mitad de la canción, ella se aparta del micrófono y desconecta el cable de su instrumento para cantar a viva voz. Todos se quedan en silencio. Termina, la gente se pone de pie. Se acercan a darle flores naturales y de papel crepe. Invita a su público a quedarse a la firma de autógrafos que dará en el lobby del Lunario, donde podrán abrazarla y tomarse la foto con ella.