Enrique Bunbury dedica canción a mexicanos
CDMX | 22 DE FEBRERO DEL 2018 | COBERTURA POR: JACQUELINE PONCE | FOTOS: CORTESÍA DE OCESA (CÉSAR VICUÑA) |
“Creo que este 2018 tienen elecciones federales. ¿Es así? Sé que hay una ley que prohíbe que los extranjeros hablemos sobre sus asuntos nacionales. No voy a decir ni una sola palabra, déjenme cantar una canción”, dice Enrique Bunbury antes de cantar “En bandeja de plata”. Se baja del escenario y se acerca a sus fans de las primeras filas. Ellos cantan con él y lo tocan.
Vestido totalmente de blanco, trae un saco, chaleco y pantalones ajustados, pero acampanados de la parte de abajo. Sus rizos algo alborotados. El mango de su micrófono tiene detalles negros con plateados. Enrique Bunbury interpreta “La ceremonia de la confusión”, tema incluido en su disco Expectativas, por el cual recibe un disco de altas ventas en México.
Ante 18 mil personas en el Palacio de los Deportes el 22 de febrero como parte de su gira #ExTour17-18 y acompañado de su banda, Los Santos Inocentes, Enrique Bunbury dirige algunas palabras a su público mexicano:
“¡Qué increíble verlos las caras de nuevo! Es un placer estar con ustedes esta noche en el Palacio de los Deportes. Venimos con disco nuevo que se llama Expectativas y les vamos a hacer un viaje por todos los discos. Esperamos que el repertorio que hicimos para esta noche sea de su agrado”.
Bunbury interpreta “La actitud correcta”, la gente aplaude y sigue el ritmo con las palmas de las manos. Se cuelga su guitarra y continúa con “Los inmortales”. Una de las características de Enrique son los movimientos que hace sobre el escenario. Se balancea de un lado a otro y coloca sus rodillas de tal forma que se ven ángulos. Con “Cuna de Caín”, el español estira su mano hacia el público.
Bunbury canta “Mi libertad” y las luces caen durante algunos sonidos sobre su músico que toca el saxofón. Con “El rescate”, se despoja el saco y muestra su chaleco. En la parte de atrás trae una letra “X”, elemento tomado de la portada de su nuevo disco. Ahora, deja a la vista sus brazos torneados y tatuados. Interactúa con el tecladista y baterista.
“Soy el hombre delgado que no flaqueará jamás”, canta mientras las luces apuntan hacia él y cambian al ritmo de cada rasgueo de la guitarra. Su bajista y guitarrista se ponen al centro con “Hay muy poca gente”. Bunbury agradece a su público y se arrodilla ante él para después interpretar “Más alto que nosotros sólo el cielo”.
“Vamos a tocar algo de los tiempos prehistóricos”, previene a la gente. Arranca con un tema de Héroes del Silencio: “Héroe de leyenda”. Continúa con “Bandeja de plata” y vuelve a tocar una de Héroes: “Mar adentro”. Con “De todo el mundo” presenta a su banda y se despide por primera vez con “Maldito duende”.
“Enrique, Enrique, Enrique”, le grita la gente. Una chica bromea con un hombre, saca su teléfono y simula que marca un número en su celular, se coloca el teléfono en el oído y dice: “Bunbury, ya sal. La gente te está esperando”. Simula que cuelga y Bunbury regresa al escenario vestido de blanco, pero con una mascada roja que cuelga de su cuello y sombrero. Ellos nada más se ríen mientras la gente le aplaude al cantante.
Él y Los Santos Inocentes toman sus posiciones y comienzan con “De mayor”. Las primeras notas suena de la canción “El extranjero” suenan en el acordeón y la gente empieza a brincar. En el momento en el que “El Rebenaque” se luce porque hace un solo con el acordeón.
“Infinito” se suma al repertorio del concierto, así como una versión instrumental de las primeras notas musicales de “Sí” para después tocarla en su versión original. En un concierto de Enrique Bunbury no puede faltar su tema clásico: “Lady blue”, en el que la mayoría saca sus celulares. Se despide de la gente y sale del escenario.
Ante la insistencia de su público por querer escuchar otra canción, regresa para despedirse con “La constante”, tema en el que pide a las personas sacar su celular e iluminar el Palacio de los Deportes. Decenas de destellos se ven moviéndose de un lado a otro. Hay quienes la dedican a sus parejas: “Hoy te elijo a ti para estar en mi vida, te elijo cada día consiente y libremente”.