Paul McCartney anima a México
CDMX | 28 DE OCTUBRE DEL 2017 | COBERTURA POR: JACQUELINE PONCE | FOTOS: CORTESÍA DE OCESA (FERNANDO ACEVES) |
“¿Qué pasó con esa puntualidad inglesa?”, grita el señor de al lado. “Debe estar tomando el té o se quedó dormido”, responde su hijo. Los dos vienen de Monterrey solamente para ver a Paul McCartney como parte de su gira One on one. Algunos fans comentan haber llegado temprano porque el tránsito sobre Tlalpan era del diablo.
El ex Beatle sube al escenario a las 9:15 p.m. y no a las 9:00 como indica la hora en los boletos. Al verlo, todos le aplauden, él hace una reverencia en agradecimiento. “A hard day’s night” es solamente el arranque de una velada con 40 canciones para continuar con “Junior’s Farm”. Pagar un boleto para este concierto, es la mejor inversión para ver a esta leyenda y disfrutar de sus temas como solista y las canciones clásicas de The Beatles.
“Hola, México. Buenas noches. Vamos a tener una gran fiesta”, dice a los asistentes al concierto para cantar “Can’t buy me love”. En las pantallas se proyectaban algunos vídeos que acompañaban la música de Paul McCartney, así como distintos momentos de la banda. “Esta noche voy a hablar un poco de español”, dice Paul y en el público se escuchan ovaciones: “Eso, mi chingón”. “Por eso lo amo”. “Me encanta”. “Me fascina”. “Había esperado tanto para verlo y por fin se me hizo”.
El momento nostálgico llega con “Let me roll it”, canción lanzada en 1974 como parte del disco Band on the run, en el cual se le hace un tributo a Jimmy Hendrix. Paul entra en calor y se quita su saco. Deja a la vista su camisa azul para cantar “I’ve got a feeling”.
“Esta canción la escribí para mi hermosa esposa Nancy. Ella está aquí esta noche”, menciona Paul. Se coloca en el piano y se escucha un “awwwww” masivo con los acordes de “My Valentine” mientras en la pantalla se proyecta una parte del vídeo en blanco y negro protagonizado por Johnny Depp y Natalie Portman.
El público le grita: “Olé, olé, olé, Sir Paul, Sir Paul”. Él acompaña la bulla con su guitarra. Paul se declara defensor de los derechos humanos. Logra que la gente saque los flashes de sus celulares e iluminen el Estadio Azteca con sus encendedores con “Nineteen Hundred and Eighty Five”.
“México, son unos loquitos”, les dice Paul al público. El ex Beatle viaja en el tiempo y toca la primera canción que grabó con The Beatles: “In spite of all the danger”. Señala a los lados y agradece. “Ustedes son la puta madre”, grita y las personas ríen. Le dedica “Love me do” a su primer mánager: George Martin. Menea sus caderas sensualmente con “I love her”.
“Escribí esta canción para mi carnal John. ¿Lo conocen? Cuando iba en la escuela aprendí un poco de español. Tres conejos estaban en un árbol, que sí, que no, que si lo he visto yo”, habla Paul y el público le aplaude. Sube las escaleras y se sienta frente a su piano psicodélico para interpretar “Queenie Eye”, “New” y para “Lady Madonna” se proyectan fotografías de varias mujeres de todo el mundo.
Regala “Four Five Seconds”, su más reciente canción en colaboración con Rihanna y Kanye West. Su voz se escucha un poco débil con “Eleanor Rigby”. “El siguiente tema se lo dedicamos a The Rolling Stones”, menciona antes de arrancar con “I wanna be your man”.
Dedica “Something” a George Harrison. En las pantallas se proyectan fotografías de los inicios de The Beatles. A algunas personas se les salen las lágrimas. Mantiene la nostalgia con “A day in the life”, “Ob-la-di, ob-la-da”, “Band on the run” y “Let it be”. Con “Live and let die” lanza sus clásicos fuegos artificiales y “Hey Jude” emociona a los asistentes. Paul pide que todos aplaudan con “Give peace a chance” mientras aparece un signo de amor y paz en la pantalla.
Regresa al escenario con la bandera de México en mano y sus músicos ondean la bandera gay. Les dice “mamacitas” a las mujeres. Sube al escenario a cuatro mujeres para que bailen con él. Con más de dos horas de música, termina con “Birthday”, “Golden Slumbers”, “Carry that weight” y “The end”. Paul promete regresar pronto a México.
